¿Es posible y necesaria la Ética mundial?Necesaria, si. Posible, no.
Está claro que humanidad la necesita después de ver y horrorizarnos ante muchas de las barbaridades que podemos ver simplemente en el telediario. Sin embargo, por mucha fe que tengamos en los seres humanos, pensamos que no es posible el cumplimiento de una ética mundial por parte de todo el mundo. Siempre habrá personas que se opongan buscando los propios intereses.
Para una ética mundial serian necesarios: un orden mundial, que todo ser humano recibiera un trato humano, la no violencia y el respeto a la vida, una cultura solidaria y un orden económico justo, una cultura de igualdad y tolerancia y un estilo de vida honrada y veraz. Además, todas las religiones deberían ponerse de acuerdo para encontrar el bien y aportar cada una sus puntos positivos.
El caso de Ramón Sampedro (película “Mar adentro”) provocó un enorme revuelo en nuestro país. Después de pasarse años completamente inmóvil sobre la cama y luchando jurídicamente para que se le aplicara la eutanasia activa, consiguió que alguien le proporcionara los medios para ayudarle a morir. Él mismo decidió que su muerte fuera grabada en vídeo como testimonio de su lucha a favor de la eutanasia.
Según la legislación española no quedaba muy claro si ese hecho debía ser considerado como eutanasia activa o como suicidio asistido, pero se daba la circunstancia de que ambos actos son punibles en nuestro país.
Por tal motivo, se abrieron diligencias judiciales y se intentó encontrar a la persona que lo había ayudado. Al cabo de un tiempo, el caso quedó sobreseído por no haber encontrado pruebas que inculparan a nadie. La opinión pública española siguió el caso a través de los medios de comunicación, donde se dirimieron fuertes polémicas entre los partidarios de la acción de Sampedro y entre sus detractores, que aseguraban que se trataba de un homicidio, aunque consentido por la víctima.
·Si tú hubieras sido familiar o íntimo amigo de Ramón Sampedro, y él te hubiera pedido repetidamente que lo ayudaras a morir, ¿qué hubieras hecho?
Si Sampedro nos hubiera pedido que lo ayudáramos a morir, habríamos aceptado por diversas razones:
1-Es su vida, le pertenece a él solamente decidir que hacer con ella. Pensamos que es más importante lo que él pueda pensar de ella que cualquier otra persona. La decisión es suya, al fin y al cabo es él el que la tiene que vivir. Habrá personas que podrán soportar esa carga, pero si él no puede, nadie tiene que obligarle a llevarla.
2-Al pedir su muerte repetidas veces a lo largo de muchos años, nos lleva a la conclusión de que la quiere realmente y no es una decisión precipitada. Está meditada, no se debe a un momento concreto de su vida que con el tiempo pueda hacerle pensar otra cosa. Su decisión ha sido constante a lo largo de los años, y sabe que no cambiara en el futuro con el tiempo.
3-Si nos ponemos en su lugar ¿Quién nos dice que si nosotros estuviéramos en esa cama, no pediríamos lo mismo? Nos parece egoísta tomar una decisión que no es nuestra y no entendemos, y que podría cambiar si luego nos encontráramos en una situación similar.
4-¿Por qué tenemos que obligarle a vivir una vida de sufrimiento? ¿No se supone que está mal hacer sufrir voluntariamente a los demás? ·¿Te hubieras a arriesgado a sufrir persecución judicial a causa de prestarle ayuda o no? Intenta explicar por qué hubieras actuado así.
Sí, si una persona a la que quieres está sufriendo de esa manera, haces lo que sea para acabar con su sufrimiento. Nos sentiríamos mal si esa persona siguiera pasándalo mal, pudiendo hacer algo para evitarlo.
SALIDAS DE LOS CONFLICTOS ÉTICOS
A nivel personal: para empezar tenemos que analizar la situación como en todo problema. Debemos conocer antes de actuar. Informarnos, saber de lo que hablamos, averiguar las causas del conflicto. Una vez conocida a profundidad la situación, hay que analizar las consecuencias que podría acarrear nuestra decisión. Esas consecuencias, ¿son positivas o negativas? ¿A quién afecta? Puesto que se trata de un conflicto moral, los derechos humanos deben ser primordiales a la hora de tomar nuestra decisión.
A nivel social: se deben seguir los mismos pasos que en el conflicto individual. Hay que intentar pensar en el bien común y menos en el propio, pero sin olvidarnos de atender a las minorías o a los débiles.
